Matutina, el Martes de la cuarta semana de Adviento

MatMartesAdvientoIV

Oración Matutina Diaria

Preparen camino al Señor; enderezen calzada en la soledad a nuestro Dios. Isaías 40:3

Invitatorio y Salterio

Señor, abre nuestros labios.

Y nuestra boca proclamará tu alabanza.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. ¡Aleluya!

Venite    Salmo 95:1-7

Vengan, cantemos alegremente al Señor; *

aclamemos con júbilo a la Roca que nos salva.

Lleguemos ante su presencia con alabanza,  *

vitoreándole con cánticos;

Porque el Señor es Dios grande, *

y Rey grande sobre todos los dioses.

En su mano están las profundidades de la tierra, *

y las alturas de los montes son suyas.

Suyo el mar, pues él lo hizo, *

y sus manos formaron la tierra seca.

Vengan, adoremos y postrémonos; *

arrodillémonos delante del Señor nuestro Hacedor;

Porque él es nuestro Dios;

nosotros el pueblo de su dehesa, y ovejas de su mano. *

¡Ojalá escuchen hoy su voz!

Nuestro Rey y Salvador se acerca: vengan y adorémosle.

Salmo 66

Aclamen a Dios, toda la tierra; *

canten la gloria de su Nombre;

canten la gloria de su alabanza.

Digan a Dios: “¡Cuán asombrosas tus obras! *

Por la grandeza de tu poder se someten a ti tus enemigos.

Toda la tierra te adora; *

te canta, canta tu Nombre”.

Vengan, y vean las obras de Dios, *

¡cuán temibles sus proezas para el género humano!

Convirtió el mar en tierra seca,

para que atravesaran el agua a pie; *

y allí nos alegramos en él.

En su poder él se enseñorea eternamente;

sus ojos atalayan sobre las naciones; *

que no se subleven los rebeldes.

Bendigan, pueblos, a nuestro Dios; *

hagan oír la voz de su alabanza.

El es quien preserva a nuestra alma en vida; *

y no permite que nuestros pies resbalen;

Porque tú, oh Dios, nos probaste; *

nos refinaste como refinan la plata.

Nos metiste en la red; *

pusiste sobre nuestros lomos pesada carga.

Hiciste cabalgar enemigos sobre nuestra cabeza;

atravesamos por fuego y agua; *

pero nos sacaste a un lugar de abundancia.

Entraré a tu casa con holocaustos, y te pagaré mis votos, *

los que pronunciaron mis labios,

y habló mi boca, cuando estaba angustiado.

Te ofreceré holocaustos de animales cebados, con sahumerios de carneros; *

inmolaré bueyes y cabros.

Vengan, oigan, cuantos temen a Dios, *

y les contaré lo que ha hecho conmigo.

A él clamé con mi boca, *

y lo ensalzó mi lengua.

Si yo tuviese maldad en mi corazón, *

mi Soberano no me habría escuchado;

Mas ciertamente me escuchó Dios, *

y atendió a la voz de mi súplica.

Bendito sea Dios, que no rechazó mi oración, *

ni me retiró su favor.

Salmo 67

Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga, *

haga resplandecer su rostro y venga a nosotros.

Sean conocidos en la tierra tus caminos, *

en todas las naciones tu salvación.

Te alaben los pueblos, oh Dios; *

todos los pueblos te alaben.

Alégrense las naciones y aclamen con júbilo, *

porque juzgas los pueblos con equidad, y diriges todas las naciones de la tierra.

Te alaben los pueblos, oh Dios; *

todos los pueblos te alaben.

La tierra ha dado su fruto; *

nos bendiga Dios, el Dios nuestro.

Dios nos bendiga; *

témanlo todos los confines de la tierra.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: *

como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Las Lecciones

Isaías 11:10-16

Aquel día la raíz de Jesé se levantará como una bandera para las naciones, los pueblos irán en su busca y su casa se hará famosa. Al mismo tiempo, el Señor volverá a tender su mano para rescatar al resto de su pueblo, a los que todavía queden en Asur y Egipto, en Patros, Etiopía y Elam, en Senar, Jamat y las islas del mar. Levantará una bandera que se verá desde el extranjero, para juntar a los desterrados de Israel, y reunirá a los dispersos de Judá desde los cuatro puntos cardinales. Entonces se acabará la envidia de Efraím y los enemigos de Judá serán aplastados; Efraím ya no tendrá envidia de Judá y Judá no será más enemigo de Efraím. Se dejarán caer sobre las costas de los filisteos al oeste, y juntos asaltarán a los hijos del este; extenderán su imperio sobre Edom y Moab y someterán a los amonitas. Y Yavé secará el golfo del mar de Egipto y levantará su mano contra el río Eufrates; con un fuerte soplido lo dividirá en siete brazos que se podrán cruzar sin sacarse los zapatos. Así tendrá un camino el resto de su pueblo que haya sobrevivido en el destierro de Asiria, del mismo modo que lo tuvo Israel cuando salió de Egipto.

Cántico de Alabanza    Benedictus es, Domine

Daniel (dc) 3:26, 52-56

Bendito eres tú, Señor Dios de nuestros padres; *

digno de alabanza, eres bendito.

Bendito el fulgor de tu santo Nombre, *

alabado y exaltado sobre todo para siempre.

Bendito eres en el templo de tu santa gloria, *

en el trono de tu reino eres bendito.

Bendito eres, sentado sobre querubines, *

alabado y exaltado sobre todo para siempre.

Bendito tú, que sondeas los abismos; *

en la bóveda celeste eres bendito.

Bendito tú: Padre, Hijo y Espíritu Santo, *

alabado y exaltado sobre todo para siempre.

Apocalipsis 20:11 – 21:8

Luego vi un trono grande y espléndido y a uno que estaba sentado en él; el cielo y la tierra huyeron al verlo sin que quedaran huellas de ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante el trono, mientras eran abiertos unos libros. Luego fue abierto otro, el libro de la vida. Entonces fueron juzgados los muertos de acuerdo con lo que está escrito en esos libros, es decir, cada uno según sus obras. El mar devolvió los muertos que guardaba, y también la Muerte y el Lugar de los muertos devolvieron los Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y el mar no existe ya. Y vi a la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia que se adorna para recibir a su esposo. Y oí una voz que clamaba desde el trono: «Esta es la morada de Dios con los hombres; él habitará en medio de ellos; ellos serán su pueblo y él será Dios-con-ellos; él enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte ni lamento, ni llanto ni pena, pues todo lo anterior ha pasado.» Y el que estaba sentado en el trono dijo: «Ahora todo lo hago nuevo». Luego me dijo: «Escribe, que estas palabras son ciertas y verdaderas.» Y añadió: «Ya está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed yo le daré de beber gratuitamente del manantial del agua de la vida. Esa será la herencia del vencedor: yo seré Dios para él y él será hijo para mí. Pero para los cobardes, los renegados, los corrompidos, los asesinos, los impuros, los hechiceros, los idólatras, en una palabra, para todos los falsos, su lugar y su parte es el lago que arde con fuego de azufre, que es la segunda muerte.»muertos que guardaban, y cada uno fue juzgado según sus obras. Después la Muerte y el Lugar de los muertos fueron arrojados al lago de fuego: este lago de fuego es la segunda muerte. Y todo el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego. 

Cántico al Cordero    Dignus es

Apocalipsis 4:11; 5:9-10, 13

Digno es, Señor nuestro Dios, *

atribuirte la gloria, el honor y el poder;

Porque tú has creado el universo, *

y por tu voluntad existió y fue creado.

Y digno es atribuir lo mismo a ti, Cordero inmolado, *

porque con tu sangre compraste para Dios,

De toda raza, lengua, pueblo y nación, *

un reino de sacerdotes para servir a nuestro Dios.

Por tanto, al que está sentado en el trono, *

y a Cristo el Cordero,

Sean adoración y honor, gloria y señorío, *

por los siglos de los siglos. Amén.

Credo de los Apóstoles

Creo en Dios Padre todopoderoso,

creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.

Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo

y nació de la Virgen María.

Padeció bajo el poder de Poncio Pilato.

Fue crucificado, muerto y sepultado.

Descendió a los infiernos.

Al tercer día resucitó de entre los muertos.

Subió a los cielos,

y está sentado a la diestra de Dios Padre.

Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo,

la santa Iglesia católica,

la comunión de los santos,

el perdón de los pecados,

la resurrección de los muertos,

y la vida eterna. Amén.

Plegarias

Padre nuestro que estás en el cielo,

santificado sea tu Nombre,

venga tu reino,

hágase tu voluntad,

en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día.

Perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos

a los que nos ofenden.

No nos dejes caer en tentación

y líbranos del mal.

Porque tuyo es el reino,

tuyo es el poder,

y tuya es la gloria,

ahora y por siempre. Amén.

A

V. Señor, muéstranos tu misericordia;

R. Y concédenos tu salvación.

V. Reviste a tus ministros de justicia;

R. Que cante tu pueblo de júbilo.

V. Establece, Señor, la paz en todo el mundo;

R. Porque sólo en ti vivimos seguros.

V. Protege, Señor, a esta nación;

R. Y guíanos por la senda de justicia y de verdad.

V. Que se conozcan en la tierra tus caminos;

R. Y entre los pueblos tu salvación.

V. Señor, que no se olvide a los necesitados;

R. Ni se arranque la esperanza a los pobres.

V. Señor, crea en nosotros un corazón limpio;

R. Y susténtanos con tu Santo Espíritu.

Dios todopoderoso, te suplicamos que purifiques nuestra conciencia con tu visitación diaria, para que, cuando venga tu Hijo Jesucristo, encuentre en nosotros la mansión que le ha sido preparada; quien vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

Oh Dios, autor de la paz y amante de la concordia, conocerte es vida eterna, y servirte, plena libertad: Defiende a estos tus humildes siervos de todos los asaltos de nuestros enemigos; para que, confiados en tu protección, no temamos la fuerza de ningún adversario; por el poder de Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Señor Jesucristo, tú extendiste tus brazos amorosos sobre el cruel madero de la cruz, para estrechar a todos los seres humanos en tu abrazo salvador: Revístenos con tu Espíritu de tal manera que, extendiendo nuestras manos en amor, llevemos a quienes no te conocen a reconocerte y amarte; por el honor de tu Nombre. Amén.

Puede seguir intercesiones y acciones de gracias

Oración de San Juan Crisóstomo

Dios todopoderoso, que nos diste la gracia para unirnos en este momento, a fin de ofrecerte nuestras súplicas en común; y que, por tu muy amado Hijo, nos prometiste que, cuando dos o tres se congregan en su Nombre, tú estarás en medio de ellos: Realiza ahora, Señor, nuestros deseos y peticiones como mejor nos convenga; y concédenos en este mundo el conocimiento de tu verdad y en el venidero, la vida eterna. Amén.

Bendigamos al Señor.

Demos gracias a Dios.

La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros, ahora y siempre. Amén. 2 Corintios 13:14

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